BITÁCORA DE CLASE
Bitácora número: 27
Grupo: ___________ Fecha: ___________ Calificación: _______________
Rúbrica del profesor: _____________
Alumno: ______________________________________________________________________
(Paterno) (Materno) Nombre (s)
Unidad IV. El RAZONAMIENTO
Temas: 4.2. Inferencias mediatas e inmediatas.
c) Subalternación.
d) Contraposición.
Objetivos: Que el alumno obtenga la capacidad de distinguir las inferencias mediatas de las inmediatas.
Fuentes de consulta:
Mateos Nava, Misael, Lógica para inexpertos, Edere, México, 1998, pp. 96-107
Séneca, “Libro primero: De la Divina Providencia, Capítulo IV”, en Tratados morales:
http://www.cayocesarcaligula.com.ar/grecolatinos/seneca/tratados_morales/portada.html
Apertura
Atiende la el siguiente video sugerido http://youtu.be/8iJMOBcPQyg MOLOV "FRIJOLERO
Identifica el argumento central principal, es decir, los dos juicios más importantes que, al relacionarse entre sí, permitan la
inferencia de una conclusión:
Premisa 1:le pagamos nuestra deuda a estados unidos
Premisa 2: les damos petroleo y les damos intereses
Conclusión: por lo tanto si les estamos pagando la deuda , la deuda debe disminur.
Actividades de aprendizaje
Inferir significa obtener, concluir, sacar como consecuencia.
La inferencia es el proceso por el cual a partir de una o más proposiciones se obtiene una conclusión. Existen dos tipos de
inferencia:
Inferencia mediata. Es aquella que se obtiene a partir de dos o más proposiciones.
Inferencia inmediata. Es aquella que se obtiene a partir de una sola proposición.
Algunos tipos de inferencia inmediata son:
Conversión: simple y por accidente, mismas que ya se revisaron en la bitácora anterior; por subalternación y por contraposición,
las cuales se exponen a continuación.
Subalternación
Es el paso de una proposición universal a una particular.
Ejemplos:
Todo campesino es trabajador,
Por lo tanto algún campesino es trabajador.
Ningún jarro es de vidrio,
Por lo tanto algún jarro no es de vidrio.
Contraposición
Consiste en el intercambio de sujeto y predicado, y en la negación de ambos. Se realiza en proposiciones de tipo A y de tipo O.
Ejemplos:
Todo vegetal es viviente,
Por lo tanto, todo no viviente es no vegetal.
Algún político es honesto
Alguien que no sea honesto no es no un político.
Actividades de cierre de la unidad
Lee cuidadosamente el texto que aparece a continuación. Subraya los juicios que por su cualidad y cantidad sean de tipo A, E, I.
Texto:
Séneca, “Libro primero: De la Divina Providencia, Capítulo IV”, en Tratados morales:
http://www.cayocesarcaligula.com.ar/grecolatinos/seneca/tratados_morales/portada.html
Las cosas prósperas suceden a la plebe y a los ingenios viles: y al contrario, las calamidades y terrores, y la esclavitud de los
mortales, son propios del varón grande. El vivir siempre en felicidad, y el pasar la vida sin algún remordimiento de ánimo, es
ignorar una parte de la naturaleza. ¿Eres grande varón? ¿De dónde me consta si no te ha dado la fortuna ocasión con que
ostentar tu virtud? Viniste a los juegos Olimpios y en ellos no tuviste competidor: llevarás la corona olímpica, pero no la victoria.
No te doy el parabién como a varón fuerte: dóytele como al que alcanzó el consulado o el corregimiento con que quedas
acrecentado. Lo mismo puedo decir al varón bueno, si algún dificultoso caso no le dio ocasión en que poder demostrar la valentía
de su ánimo. Júzgote por desgraciado si nunca lo fuiste: pasaste la vida sin tener contrario; nadie (ni aun tú mismo) conocerá
hasta dónde alcanzan tus fuerzas; porque para tener noticia de sí es necesaria alguna prueba, pues nadie alcanza a conocer lo
que puede sino es probándolo. Por lo cual hubo algunos que voluntariamente se ofrecieron a los males que no les acometían, y
buscaron ocasión para que la virtud que estaba escondida resplandeciese. Dígote que los grandes varones se alegran algunas
veces con las cosas adversas, no de otra manera que los grandes soldados con el triunfo. He oído referir que en tiempo de Cayo
César, quejándose un soldado de las pocas mercedes que se hacían, dijo: «¡Qué linda edad se pierde! La virtud es deseosa de
peligros, y pone la mira en la parte adonde camina y no en lo que ha de padecer, porque el mismo padecer le es parte de gloria.»
Los varones militares se glorían de las heridas y ostentan alegres la sangre que por la mejor causa corre. Y aunque hagan lo
mismo los que sin heridas vuelven de la batalla, con mayor atención se ponen los ojos en el que viene estropeado. Dígote de
verdad, que Dios hace el negocio de los que desea perfectos siempre que les da materia de sufrir fuerte y animosamente alguna
cosa en que haya dificultad. Al piloto conocerás en la tormenta, y al soldado en la batalla. ¿De qué echaré de ver el ánimo con
que sufres la pobreza, si estás cargado de bienes? ¿De dónde el valor y constancia que tienes para sufrir la infamia, la ignominia
y el aborrecimiento popular si te has envejecido gozando de su aplauso, siguiéndote siempre su inexpugnable favor, movido de
una cierta inclinación de los entendimientos? ¿De qué sabré que sufrirás con igualdad de ánimo las muertes de tus hijos, si
gozas de todos los que engendraste? Hete oído consolando a otros, y conociera que te sabrás consolar a ti cuando te apartaras
a ti mismo del dolor. Ruégoos que no queráis apartaros de aquellas cosas que los dioses inmortales ponen como estímulos a los
ánimos. La calamidad es ocasión de la virtud: y con razón dirá cada uno que son infelices los que viven entorpecidos en sobra de
felicidad, donde como en lento mar los detiene una sosegada calma: todo lo que a éstos les sucediere les causará novedad,
porque las cosas adversas atormentan más a los faltos de experiencia. Áspero se hace el sufrir el yugo a las no domadas
cervices. El soldado bisoño con sólo el temor de las heridas se espanta; mas el antiguo con audacia mira su propia sangre,
porque sabe que muchas veces después de haberla derramado ha conseguido victoria. Así que Dios endurece, reconoce y
ejercita a los que ama; y al contrario a los que parece que halaga y a los que perdona los reserva para venideros males. Por lo
cual erráis si os persuadís que hay algún privilegiado, pues también le vendrá su parte de trabajo al que ha sido mucho tiempo
dichoso: porque lo que parece está olvidado, no es sino dilatado. ¿Por qué aflige Dios a cualquier bueno con enfermedades, con
llantos y con descomodidades? ¿Por qué en los ejércitos se encargan las más peligrosas empresas a los más fuertes? El general
siempre envía los más escogidos soldados para que con nocturnas asechanzas inquieten a los enemigos, o exploren su camino,
o para que los desalojen; y ninguno de los que a estas facciones salen, dice que le agravió su general, antes confiesa que hizo
de él un buen concepto. Digan, pues, aquellos a quien se manda que padezcan: «Para los tímidos y flojos son dignos de ser
llorados los casos, no para nosotros, a quien Dios ha juzgado dignos de experimentar en nuestras fuerzas todo lo que la
naturaleza humana puede padecer.» Huid de los deleites y de la enervada felicidad con que se marchitan los ánimos, a quien si
nunca sucede cosa adversa que les advierta de la humana suerte, están como adormidos en una perpetua embriaguez. Aquel a
quien las vidrieras libraron siempre del aire, y cuyos pies se calentaron con los fomentos diversas veces mudados, cuyos
cenáculos templa el calor puesto por debajo o arrimado a las paredes; a éste tal cualquier ligero viento le ofenderá, y no sin
peligro, porque siendo nocivas todas las cosas que salen de modo, viene a ser peligrosísima la intemperancia en la felicidad:
desvanece el cerebro y atrae la mente a varias fantasías, derramando mucho de oscuridad que se interpone entre lo falso y
verdadero. ¿Por qué, pues, no ha de ser mejor el sufrir una perpetua infelicidad que despierte a la virtud, que el reventar con
infinitos y desordenados bienes? La muerte es menos penosa con ayuno, y más congojosa con crudezas. Los dioses siguen en
los varones justos lo que los maestros en sus discípulos, que procuran trabajen más aquellos de quien tienen mayores
esperanzas. ¿Persuadir a éste por ventura que los lacedemonios son aborrecedores de sus hijos, porque experimentan su valor
con verlos azotar en público, y los exhortan estando maltratados a que con fortaleza sufran los golpes que les dan, rogándoles
perseveren en recibir nuevas heridas sobre las recibidas? Siendo esto así, ¿de qué nos admiramos, si Dios experimenta con
aspereza los ánimos generosos? ¿Es por ventura blanda y muelle la enseñanza de la virtud? Azótanos y hiérenos la fortuna:
sufrímoslo; no es crueldad, es pelea, a la cual cuantas veces más fuéremos saldremos más fuertes. La parte del cuerpo que con
frecuente uso está ejercitada, es la más firme: conviene que seamos entregados a la fortuna, para que por su medio nos
hagamos más fuerte contra ella, y para que poco a poco vengamos a ser iguales. La continuación de los peligros engendra
desprecio de ellos: por esta razón los cuerpos de los marineros son duros para sufrir los trabajos del mar, y los labradores tienen
las manos ásperas, y los brazos de los soldados son más aptos para tirar los dardos. Los correos tienen los miembros ágiles: y en cada uno es fortísima aquella parte en que se ejercita. El ánimo llega con la paciencia a despreciar el poder de los males; y si
quisieres saber lo que él podía obrar en nosotros, considera las naciones donde ha puesto sus límites la paz romana: quiero decir
los alemanes, y las demás gentes que andan vagantes en las riberas del Danubio, siempre los oprime un perpetuo invierno y un
anublado cielo: y sustentándolos escasamente el estéril suelo, y defiéndense por las lluvias en chozas cubiertas de ramas y hojas;
bailan sobre las lagunas endurecidas con el hielo, y para sustentarse cazan las fieras. ¿Parécete que éstos son míseros? Pues
ninguna cosa en quien la costumbre se ha convertido en naturaleza es mísera, porque poco a poco vienen a ser deleitables las
que comenzaron por necesidad. Estas naciones no tienen domicilios, ni lugares de asiento más de aquellos que les da el
cansancio de cada día; su comida es vil y la han de buscar en sus manos; y siendo terrible la inclemencia del cielo, traen
desnudos los cuerpos, siendo esto que tú tienes por descomodidad la vida de tantas gentes. ¿Por qué, pues, te admiras de que
los varones buenos sean vejados, para que con la vejación se fortifiquen? Ningún árbol está sólido y fuerte sino el fatigado de
continuos vientos, porque con el mismo combate de ellos se aprietan y fortifican las raíces: y al contrario, los que crecieron en
abrigados valles son frágiles. Según esto, en favor de los varones buenos es el ser muy versados entre cosas formidables, para
que se hagan intrépidos, sufriendo con igualdad de ánimo las cosas que no son de suyo malas sino para el que las sufre mal.
Anota en este espacio lo que se pide a continuación.
1. Juicio de tipo A: Todo vivir es siempre felicidad Simbolización: V
Subalternación: algún vivir es felicidad Simbolización: F
2. Juicio de tipo E: Ninguna muerta es menos penosa Simbolización: V
Subalternación: Alguna muerte es menos penosa Simbolización: F
3. Juicio de tipo A (distinto al anterior) Toda linda edad se pierde Simbolización: V
Contraposición: Ninguna linda edad se pierde Simbolización: V
4.Juicio de tipo O: Algun arbol no esta solido Simbolización: V, F.
Contraposición: Algun arbol esta solido Simbolización: V, F.
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